jueves, 13 de septiembre de 2012

Capítulo dos - Decisión.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? Mi movimiento fue instantáneo, me alejé de su lado y me puse a mirar por la ventana. Ya iban dos cosas que no me había contado. Uno, no me había avisado de que se iba a ir. Dos, tampoco me había dicho que no iba a Hickstown. Odio los secretos y ahora me encuentro con esto. Tardo un tiempo en digerir la información y entonces se lo suelto.
  - ¿Cómo es que no vas a ir a Hickstown? ¿Cómo es posible? No hay escapatoria y lo sabes perfectamente. ¿Es qué quieres que te pillen y te conviertan en alguien que no eres?.- Toda esta situación me preocupa, nunca antes habíamos tenido una discusión Jamie y yo.
  - Nina, no soy el único que va a escapar de aquí. Hay muchos como tú y como yo que viven fuera de las ciudades en tiendas de campaña y son libres. Entiéndelo, quiero ser como ellos y tú también puedes serlo.
La idea es tentadora, huir con Jamie y ser felices, pero no puedo. No, no puedo permitir que nos pillen, prefiero vivir encerrada en una ciudad  teniendo que trabajar que arriesgarme a sufrir daños.
   - Yo.. Jamie, no puedo dejar la ciudad así sin más.
No está a gusto con mi respuesta y lo noto en su expresión.
   - Nina... imagínalo, un mundo para nosotros, aire fresco, un río con agua limpia, comida rica... y muchos más como nosotros que tienen sus propios pensamientos, ideas y sentimientos. Todo sería real, sin mentiras, sin barreras.
    - No sé Jamie, me gusta la idea pero.. lo veo un poco peligroso, tal vez..
Nos quedamos los dos en silencio durante unos minutos y entonces decido seguir.
    - Verás, solo necesito unos días para pensármelo. Tampoco es tan difícil.
Esto parece convencerlo y asiente con la cabeza.
    - Vale, te doy una semana, pero por favor..- Se acerca a mi oído y me susurra.- Piénsalo bien.

Al día siguiente decido faltar a las clases del instituto, no tengo ganas de encontrarme a Jamie por los pasillos y que me pregunte por mi decisión. Es lo menos que quiero ahora. Lo que sí que decido hacer es pasarme por el apartamento de Janette sobre las 16:00, seguramente estará comiendo. Mejor, porque he hecho natillas bajas en calorías y se las pienso llevar. Cuando me pongo frente a la puerta, decido mirar por la ventana por si acaso, pero está allí. Decido llamar. A los pocos segundos ya está allí ella abriéndome con su amabilidad de siempre. La verdad es que conozco  a Jannette desde que tenía dos años. Nos conocimos en la guardería de Fletchville y allí mismo fue cuando comenzó nuestra amistad. Ella es mi mejor amiga a la que le cuento todo, pero todavía no estoy segura de si contarle lo de Jamie.
    - Vaya, mira quién ha venido ahora. ¿Por qué has faltado a clases?
Debe de parecerle un poco raro porque nunca falto.
    - ¿Qué te ha pasado como para no ir?.- Insiste.
Empiezo a buscarme una coartada, no puedo decirle que he tenido problemas con Jamie, sonaría a pelea.
    - No me encontraba bien esta mañana y he decidido no ir, pero ya he mejorado.
    - Venga ya, si un día te pusiste mala con gastroenteritis y viniste a clases.
Vale. Me ha pillado. ¿Y ahora qué se supone que debo decirle? No puedo mentirle, no a mi mejor amiga. Pero... tampoco puedo contarle que Jamie quiere que escape con él. Tendré que inventarme algo.
     - Vale, es que he ido esta mañana a inscribirme en trabajos comunitarios para ganar unos cuántos puntos extras. No tengo ni un duro.
Parece haber colado, porque veo avistar su cara amistosa que suele utilizar para bromear.
     - ¡Y no me lo has dicho! ¡Serás! Ah, pues que sepas que la próxima vez invitas tú a comer.- Entonces dirige la mirada a la bolsa de papel que llevo a mi lado.- ¿Qué es?
     - Son natillas bajas en calorías y las he hecho yo.- Me dirijo a la cocina, cojo un par de platos y cuando llego al salón me encuentro con que Jannette ya está metiento el dedo.- Eh, ¿qué haces? ¿Seguro que tienes las manos limpias?
      - ¿Y si no las tuviera qué? Eres una maniática. Mi casa, mis reglas.- Y después de este comentario nos echamos a reir las dos. Es verdad, debería dejar de serlo. Dejo los platos a un lado y empiezo a tomar natillas con los dedos. Echaba de menos eso de echarnos unas risas las dos juntas. Desde que nos separaron de clases ya no hablo demasiado con ella, bueno, más bien con nadie. No me relaciono, pero de vez en cuando le hago una visita, por esa parte todo es genial salvo que ya no es lo mismo.
       - Te echo de menos Jani.
       - Y yo a tí. Deberíamos hacer más de estas quedadas. No nos vendrían mal.- Y tiene razón, últimamente hemos estado distanciadas y nos vendría bien ponernos un poco al día.
       - Y ahora que estamos solas... cuenta.
       - ¿Qué? ¿Que te cuente el qué?- Jani y su don para dejarme desconcertada.
       - Vamos, ¿has venido a mi casa solo para traerme unas natillas? No me lo creo, has venido aquí con la intención de contarme algo.
Y así es, tenía intención de contarle lo de Jamie pero no estoy segura de si él se enfadará. Pero... al fin y al cabo ¿qué mas da? Sí se lo cuento a Jannette no se lo dirá a nadie porque confío en ella y lo sabe perfectamente. Decido contárselo todo de principio a fin.
        - Espera, ¿me estás diciendo que Jamie se va a fugar de aquí y que te está pidiendo que vayas con él?
        - Sí, exactamente eso.
Veo la cara de asombro de Jani y me pregunto que estará pensando. Por suerte no tengo que esperar demasiado para ver su reacción.
        - Yo que tú no desaprovecharía la oportunidad. Es justo el tipo de aventura que me gustaría vivir con un tío. Oh, dios... no lo dejes escapar Nina.
Increíble, o sea, que Jani está de parte de Jamie. No me lo esperaba. Pensaba que se horrorizaría por lo de fugarse y esas cosas... Vaya, la Jannette que conocía se ha soltado del todo.
         - Entonces, según tú, debería decirle que sí, que me fugo con él. ¿Y qué me dices de los riesgos?
Parece meditar un poco antes de responder pero en vez de hacerlo me mira a los ojos y dice:
         - Nina, dime una cosa... ¿te importa Jamie?
Oh, vaya, es la primera vez que me hacen esa pregunta. La verdad es que Jamie es mi mejor amigo, la persona en que confío y sé que nunca me fallará. Somos como almas gemelas. No lo sé, no sé que responder. Mis sentimientos hacia él ahora mismo son confusos.
          - Yo...- trago saliva, no me creo lo que voy a decir.- Sí y mucho.
          -  Bien, pues si tanto te importa, ¿no crees que deberías acompañarlo para protegerlo?
          - Ya.. pero no estoy segura de querer fugarme.- He aquí la cuestión. Si no voy con él puede que le pase algo malo en mi ausencia, si voy con él puede que con lo torpe que soy pase algo por mi culpa.
          - Pues no sé, ahí no puedo hacer nada para ayudarte.- Y tiene razón. Es una buena amiga y siempre intenta ayudarme en mis asuntos pero esta vez depende de mí.
           - Va, no pasa nada. Muchísimas gracias por intentar ayudarme, eres la mejor.
           - Nada, aquí me tienes para todo.- Observa que empiezo a coger mis cosas y dice.- ¿Ya te vas?
           - Sí, tengo que hacer cosas.- Y con esa excusa me marcho de su apartamento.
Lo tengo decidido, sé lo que tengo que hacer. Me dirijo inmediatamente al cuchitril de Jamie. Mientras ando me doy cuenta de que han sobrado natillas, mejor, así la conversación será amena. Una media hora después estoy dentro de su apartamento y le ofrezco las natillas.
           - Hum, gracias por traerlas. Tienen muy buena pinta.
Se ve que las natillas han tenido éxito hoy. La verdad es que soy muy buena cocinera, a lo mejor ese es mi don.
           - ¿Y bien?- Ah, si. Se refiere a mi decisión. Al menos después de la conversación con Jani lo tengo más claro.
           - Porque... has venido aquí ha darme la noticia ¿no?
           - Si...- me falla la voz. Bien, ahora sí que se nota que estoy indecisa.
           - ¿Y?
Espera impaciente. No quiero fugarme pero a la vez sí. No le recomendaría esta situación a nadie. 
           - Sé que quieres hacerlo cuánto antes, pero..
           - ¿Pero qué?.- Veo esa cara de desconcierto en su semblante. 
           - No estoy segura de..- Me falla la voz, no puedo seguir. Tengo que aclarar las ideas, estoy diciendo muchas estupideces. No sé ni lo que pretendo hacer. 
           - Irina, no me hablas claro. Necesito saberlo ya, me esperan.- Espera, ¿qué? ¿Qué le esperan? 
           - ¿Quién te espera? No me has dicho ni una sola palabra de eso. 
           - Ahora no te lo puedo contar Nina, luego más tarde.- Dirige la mirada a la ventana y entonces señala a los guardias que están en la calle.- Están vigilando y a lo mejor pueden estar escuchando esta conversación así que hablemos bajo. ¿Te has decidido ya?- susurra.
           - Sí, lo he decidido ya. 
           - ¿Y bien?- Estoy retrasando demasiado mi decisión y con lo impaciente que es Jamie no es buena idea.
           - Que... sí, sí. Voy a ir contigo porque me importas.






2 comentarios: